CARTA A LA MADRE TIERRA:
Eres madre y sostenedora de toda vida
Me viste nacer de tus entrañas,
Como semilla en latencia la vida se fue gestando
En tu tierra fértil, mis raíces fueron creciendo y fui tomando fuerza para desplegar mi reverdecer.
El rio cristalino, el aire fresco y el verde vibrante de tu naturaleza me devuelve al origen.
De ti venimos y a ti llegamos
Cíclica, misteriosa y verdadera, eres madre tierra la razón de mi existir.
Sin mí, tu seguirías viviendo y vibrando,
Sin ti, yo no existiría.
Mas sé, que mi existencia te importa, se que soy una contigo, lo dicen las moléculas de nitrógeno que componen mi cuerpo y lo dice la verdad que late en mi corazón.
Eres madre tierra un gran ser vivo, cada parte importa, nada es azaroso.

Desde el microorganismo más pequeño, la flora, la fauna, y todo ser que habite esta tierra, todos estamos interrelacionados. Nuestras acciones impactan directamente a otras vidas, es por esto que debemos recordar de dónde venimos. Es tiempo ya de despertar y abrirnos a la consciencia de que tenemos el poder de contribuir enormemente a todo el ecosistema, de que podemos hacer las cosas distintas. Que tenemos inteligencia y que por algo nos fue dada.

Hacemos el llamado a buscar nuevas formas, a no quedarnos en la duda, a cuestionar lo establecido, a no rendirnos, llamado a actuar por el cuidado de esta madre tierra generosa que tanto hemos dañado con nuestra ignorancia. Mas el daño no es permanente, es reversible en la medida que lo permitamos. Simplemente tenemos que dar el espacio para que la vida se abra paso. Así, como una flor que crece en el pavimento, la vida se abre paso.
Hoy 22 de abril es el día de la tierra y como fundación y como grupo humano, queremos hoy y siempre, honrarte tierra, por ser sostenedora de toda la vida y de todas las alegrías y penas del mundo.

Hoy como activistas, decimos, no más contaminación de los mares, no más contaminación de los ríos, no más contaminación de los aires y no más contaminación de la tierra. Dejemos atrás el consumismo, informémonos de los procesos que hay detrás de cualquier producto o servicio, y las compras que hagamos que sean compras conscientes y con sentido, potenciemos el comercio local, dejemos la ingenuidad, seamos actores principales en nuestra realidad, cuidemos el agua dándole segundos usos, hagámonos cargo de nuestros residuos, reciclando y compostando, consumamos a granel, no más plásticos de un uso, fomentemos el autocultivo de alimentos, agradezcamos la comida que tenemos en nuestra mesa y si es posible optemos por una alimentación basada en plantas, dejemos atrás el sufrimiento y la devastación que nos fueron enseñadas y reemplacémoslo por amor y compasión.

Cuidar y amar la tierra es también cuidar y amar tu propia vida y la de tus seres amadxs.
Cada decisión importa.
Juntxs seremos el cambio.
Fundación Basura

Escrito por Úrsula Salas colaboradora de Fundación Basura