Contexto en Chile
En agosto del 2021, se publicó el último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC). Este es el informe más completo, actualizado y de mayor autoridad respecto al tema, donde participaron más de 230 autores quienes llegaron a una conclusión lapidaria: el calentamiento global actual es atribuible totalmente a la acción de los seres humanos. En este sentido, ¿cuál es la postura de Chile?
Para Ezio Costa, jefe de la oficina de Economía Circular del ministerio del Medio Ambiente, “esta situación no puede ser ignorada por ningún país, y menos aún por Chile, que es altamente vulnerable al cambio climático, pues cuenta con 7 de 9 criterios de vulnerabilidad definidos por las organizaciones internacionales. Por esta razón, varios gobernadores han tomado la iniciativa de declarar emergencia climática en sus regiones, sin embargo, para diversos especialistas, declaraciones como la de Emergencia Climática, si no son dotadas de un mayor estándar político, en que vayan acompañadas de acciones concretas y extraordinarias, se quedarán como meras acciones simbólicas”.
Al menos en Chile, las declaraciones de Emergencia Climática y los proyectos de ley de cambio climático no han tomado en su mayoría medidas concretas y se quedan en lo expresivo. La investigadora del Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)y subdirectora del Centro de Derecho Ambiental de la Universidad de Chile, Pilar Moraga, también indicó que actualmente la Emergencia Climática no tiene un mayor estándar político. “Hoy en día esa figura de la Emergencia Climática no existe como institución o mecanismo dentro de nuestra legislación y en ese marco hay que conocer cuáles son las consecuencias de dichos decretos de emergencia climática. En Chile parecen ser más bien simbólicos”.
La figura de la Emergencia Climática, sostiene Moraga, es algo sobre lo cual debiéramos avanzar hacia su consagración y con facultades extraordinarias para la autoridad, como existe hoy día en el Código de Aguas. «El problema es que hoy día ya no se adapta a la realidad que tenemos, porque justamente se consideraba una situación extraordinaria”.
Pero, ¿qué regiones han declarado Emergencia Climática?
1 de septiembre, 2017. REUTERS/David Mercado
Declaración en regiones
El gobernador regional de Magallanes, Jorge Flies, decretó en agosto Estado de Emergencia Climática y Medioambiental en toda la región, producto de los cambios climáticos que se registran en el país. La medida surge a días de que el IPCC publicara el informe donde se alerta sobre la urgencia de disminuir la temperatura del planeta, debido al calentamiento global. Posterior a ello, se sumó la gobernadora de Coquimbo, Krist Naranjo, quien también decretó Situación de Emergencia Climática y Medioambiental dentro de su territorio, en un contexto marcado por la aprobación del polémico proyecto de la minera Dominga por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de Coquimbo.
A finales del mismo mes, Claudio Orrego declaró oficialmente Emergencia Climática en la Región Metropolitana, indicando las primeras cinco medidas que como Gobierno Regional se tomarán para combatir la crisis que hoy vive la capital del país, para que después en la región de La Araucanía, a principios de septiembre, el gobernador Luciano Rivas anunciara junto la ministra de Medioambiente, Carolina Schmidt, un paquete de 11 medidas que buscan combatir la crisis que hoy vive la región, tras declarar oficialmente emergencia climática en La Araucanía, con el apoyo transversal y unánime de los Consejeros Regionales.
Finalmente, en octubre de este año, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, declaró la comuna en emergencia climática y ecológica, en una actividad desarrollada en el tradicional reloj de flores.
¿Qué implica entonces estas declaraciones?
Plan de acción
Declarar emergencia climática a nivel regional, implica, a grandes rasgos, la implementación de un plan de acción que convoque a sector privado, público, academia y sociedad civil, y que incluya una serie de medidas para reducir el impacto del cambio climático y aspirar a la carbono neutralidad en ambas regiones.
En el caso de Magallanes, según señala la resolución oficial firmada por el gobernador Flies, uno de los principales puntos dice relación con la creación de una comisión técnica especial conformada por un equipo multidisciplinario y multisectorial dentro de la región. Todo, a partir de la urgencia de una “acción inmediata y ambiciosa” para “limitar el calentamiento global a 1,5° C y evitar así una pérdida ingente de diversidad biológica”, cita el informe.
En Coquimbo, la declaración tiene un tenor similar a la de Magallanes; solo que aquí se compromete la carbono neutralidad al 2040, y no al 2050 como en la región austral. Adicionalmente se explica que el anuncio responde a las particularidades en los efectos del cambio climático en la Región de Coquimbo, como la sequía prolongada por más de 12 años y desertificación progresiva que afecta la disponibilidad de agua para consumo humano y para las actividades económicas del territorio, así como también por contar con un extenso borde costero expuesto a los avatares de la crisis global. “Todas nuestras acciones diarias tienen una repercusión, que se delimita, por ejemplo, en lo que es la huella de carbono. Nosotros tenemos un impacto en nuestro entorno y sobre el planeta y debemos saber manejarlo, educándonos además en estos aspectos, y este decreto nos permite organizarnos de mejor forma, estructuradamente, para lo cual tenemos que levantar planes de acción en las distintas áreas”, señaló a los medios de comunicación la gobernadora Naranjo, quien postuló al cargo como independiente apoyada por el Partido Ecologista Verde.
En el caso de La Araucanía, anunció once medidas que buscan combatir la crisis. Las acciones incluyen la declaración de emergencia climática y la solicitud de que el gobernador regional presida los comité regionales de cambio climático, además de acelerar la firma de mensajes del programa de protección de la cuenca del lago Villarrica. Rivas detalló que también habrá puntos de reciclaje, iniciativa que ya se realiza en diez comunas diferentes, y que esperan llevar a las 32 comunas de la región. «Creemos -dijo- que con una coordinación entre el Ministerio de vivienda, la Seremi de Medioambiente, el gobierno regional, la municipalidad, pero por sobre todo con los recicladores de base, es hacia donde creemos que tenemos que apuntar las políticas públicas de trabajo conjunto, de poder generar estas alianzas que siempre nos traen resultado».
En la región Metropolitana, la declaración consiste en destinar $114 mil millones para la asistencia técnica en la elaboración del Plan de Acción Climática. Asimismo, todos los proyectos que financie el Gobierno Regional de aquí en adelante deberán contar con una aprobación de sustentabilidad del proyecto, considerando su huella hídrica y eficiencia energética. Además, en el caso de parques y áreas verdes, los diseños de paisaje deberán contemplar un mínimo de 80% de vegetación nativa aclimatada a las condiciones de Santiago. Por último, no se financiarán proyectos de espacios públicos que usen pasto en bandejones, jardineras lineales o antejardines, privilegiando el uso de vegetación de bajo consumo hídrico.
Finalmente, en Viña del Mar, tomó como medidas las siguientes: Priorizar la gestión medio ambiental en todo proyecto, programa y política de la Municipalidad y el Concejo Municipal, presentando antes de 2023 una Estrategia Municipal de Transición Ecológica. Realizar un diagnóstico a nivel comunal abarcando dimensiones tales como: transporte, energía, residuos, ecosistemas, entre otras, que permitan generar un Plan de Acción Climática para la comuna, en términos de mitigación y adaptación. Generar un plan de protección al patrimonio natural de la comuna: quebradas, corredores biológicos, humedales y miradores naturales de los diversos sectores de la comuna. Implementar líneas de trabajo priorizadas por la comunidad, desarrollando instrumentos que fomenten la participación de vecinas y vecinos en la gestión ambiental comunal.
¿Estas medidas sirven?
Problemas específicos, soluciones focalizadas
En el caso de la problemática de la sequía, por ejemplo, el climatólogo Raúl Cordero indicó que deben realizarse nuevas medidas pensando en el contexto actual de sequías: “En efecto, la mayor amenaza para la zona central son las persistentes e intensas sequías. Lo anterior, significa que debemos avanzar más rápido en mejorar la eficiencia en el uso del recurso, vía tecnificación del riego, mejorar la capacidad de acopio, vía embalses, y en una nueva institucionalidad para la gestión flexible a nivel de cuenca de un recurso que es cada vez más escaso y cada vez presenta una mayor variabilidad interanual”.
“Dado que el principal problema asociado al cambio climático que enfrentamos en la zona central es la sequía, yo soy partidario de revisar y mejorar los instrumentos existentes. Por ejemplo, en Chile existen los Decretos de Escasez Hídrica, que permiten la distribución de agua en camiones aljibe y la entrega de forraje para animales. Este tipo de instrumentos se puede adaptar o mejorar, incluso cambiarle de nombre. Pero las declaraciones de ‘emergencia climática’ que no incluyen medidas concretas y fondos, ayudan poco”, expresó Raúl Cordero.
Por lo tanto, si bien declarar Emergencia Climática es un paso hacia un país o región más sustentable, no es suficiente, sobre todo cuando en el país no significa un cambio significativo. Por ejemplo, Francia y Austria declararon emergencia climática en 2019, pero dichas declaraciones no supusieron cambios sustantivos para combatir el cambio climático. Al contrario, en Escocia, la declaración de emergencia climática significó la dictación de la Ley de Cambio Climático, y un aumento de 80% a 100% en el compromiso de reducción de emisiones al 2045.
Considerando los diferentes efectos locales que el cambio climático tiene en Chile, es esencial discutir qué autoridades locales o nacionales pueden declarar emergencia climática y qué tipo de facultades legales y presupuestarias podrían asumir. Esencial es también definir la participación de las comunidades afectadas por los efectos del cambio climático, tanto en el requerimiento de declaraciones de emergencia climática como en su posterior implementación.
En conclusión, la declaración de emergencia climática del GORE RM es un avance en medidas concretas, pero sobre todo supone una oportunidad para desarrollar un debate estructural sobre prerrogativas institucionales, prioridades presupuestarias y participación ciudadana que nos ayude a enfrentar más eficientemente nuestra delicada situación climática.
Fuentes: