El ecofeminismo no es muy conocido entre las personas, sin embargo, es muy importante saber todo lo que conlleva esto porque trata sobre dos de las problemáticas sociales más importantes: el ecologismo y el feminismo.
El ecofeminismo se define como una teoría y movimiento social que abarca la existencia de vínculos entre la explotación de los recursos naturales y la subordinación de las mujeres. Según Efeverde, el objetivo principal de esta corriente feminista es lograr justicia para las mujeres y promover el cambio en la relación de los seres vivos con los diferentes ecosistemas para vivir de una forma más pacífica.
Los roles que se establecen dentro de la sociedad, sitúan a las mujeres en parámetros más cercanos y con una mayor responsabilidad en términos medioambientales. Alicia Puleo, pensadora ecofeminista, analiza que esta corriente redefine la realidad, el cómo se vive en esta posición que se les impone a las mujeres.
link: https://www.actuall.com/familia/ecofeminismo-una-alerta-temprana-por-javier-labrin/
Historia del ecofeminismo
Este movimiento nació a finales de los años 70. Su origen fue de distintos escritos que se desarrollaron durante esta misma década. Estos análisis conectaban directamente al feminismo con el ecologismo. Hacían referencia a que las mujeres debían vivir sin opresión mediante la construcción de una vida ecológica. El término ecofeminismo fue creado por Francoise d´Eaubonne en 1974, cuando explicó sobre existencia de un matriarcado en las relaciones de las mujeres y hombres.
El desarrollo de esta corriente fue en distintos países, casi al mismo tiempo. Francia, Italia, Japón, Australia, se encuentran entre los lugares donde se desarrolló el ecofeminismo. Sin embargo, fue en Estados Unidos donde surgieron los primeros movimientos relacionados con el tema. En este lugar, se generaban reflexiones desde un feminismo radical/cultural/espiritual y el marxismo, resaltando la afinidad “natural” de las mujeres con el mundo natural.
Movimientos ecofeministas
Con respecto a la forma en que las mujeres han realizado el activismo ecofeministas, existen tres acciones que han marcado la historia de esta corriente. El primero de ellos se denomina movimiento Chipko que surgió en 1973, en un Estado del norte de la India llamado Uttar Padesh. En este lugar, las mujeres se organizaron para impedir la tala de árboles en los bosques comunales. Una serie de políticas extractivas de madera creada por las grandes empresas de la zona amenazaba con destruir este ecosistema. Las féminas, que en su mayoría eran campesinas, decidieron abrazar los árboles y de esta manera impedir su destrucción. Es de esta acción donde viene el nombre del movimiento, ya que “Chipko” significa “abrazar” en Hindú.
link: https://blogs.publico.es/strambotic/2018/11/abraza-arboles/
Otra de las acciones que se han efectuado, es el denominado Cinturón Verde, que se creó en el año 1977 en Kenia, por la activista Wangari Maathai. Ella generó un programa rural que busca prevenir la desertificación, es decir, que el suelo fértil pierda total o parcialmente su potencial de producción. Principalmente, este movimiento consiste en darles a las mujeres un incentivo económico a cambio de que planten árboles en las distintas zonas del país. Para el 2020, se logró alcanzar la cifra de 50 millones de árboles plantados, lo que gráfica los buenos resultados de esta organización.
link: https://www.bioguia.com/entretenimiento/que-es-el-movimiento-cinturon-verde_29277170.html
En 1978 se originó otro movimiento en New York, específicamente en un barrio llamado Love Canal. Lois Gibs, activista medioambiental y habitante del lugar, se dio cuenta de que su vecindario estaba construido sobre un vertedero tóxico, lo que generó problemas de salud en los niños y en las mujeres, quienes se vieron más afectadas en ámbitos reproductivos. A raíz de esta problemática, Gibs organizó una serie de protestas para visibilizar la situación, gracias a esto, se lograron evacuar y realojar a casi 800 familias.
link: https://www.nytimes.com/2013/11/25/booming/love-canal-and-its-mixed-legacy.html
Exponentes del ecofeminismo
Las líderes ecofeministas han sido muy importantes para visibilizar este movimiento. Vandana Shiva es una de ellas. Nació en la India en 1952, es hija de un guardabosque y una granjera, lo que la mantuvo muy cerca de la naturaleza. Desde siempre le importó el cuidado medioambiental. A los 21 años, participó del movimiento Chipko.
Vandana afirma, que el ecofemismo no es solo para las mujeres. Para ella, es un movimiento que lucha y reconoce los derechos de todas las especies que habitan el planeta.
En 1982, Shiva creó una fundación que impulsaba los “nueve cultivos” (Naydanya), que es una organización revolucionaria compuesta por ecologistas y agricultores que tienen como principal objetivo rescatar y conservar cultivos. A raíz de su activismo, recibió el Premio Right Livelihood y el premio internacional Día de la Tierra, que es entregado por la ONU.
Otra de las mujeres que ha sobresalido en esta corriente feminista fue Wangari Maathai, quien creó el movimiento Cinturon Verde. Ella nació en Kenia en 1940 y era hija de padres campesinos. Luego de terminar su primaria, logró ganar una beca que le permitió estudiar Biología en Estados Unidos. Siempre se destacó por sus buenas notas y aptitudes académicas.
El compromiso de Maathai con el medio ambiente se basó principalmente en unir la ecología y el desarrollo sostenible con el respeto a los derechos humanos, el empoderamiento femenino y la democracia. Su cercanía con las mujeres campesinas de Kenia, logró que pudiera identificar los problemas que tenía, la mayoría de ellos se relacionaban directamente con el mal cuidado del medio ambiente.
Con el movimiento que creó, logró incentivar a las mujeres a recolectar semillas de árboles en los bosques cercanos y recibían una compensación económica, lo que ayudaba a resolver la mala situación medioambiental y económica de las mujeres. Esta organización obtuvo muy buenos resultados, para el 2020 se logró alcanzar la cifra de 50 millones de árboles plantados.
Su activismo la llevó a ganar el Premio Nobel de la Paz en el 2004, lo que la convirtió en la primera mujer africana y la primera ambientalista en conseguir este galardón. Wangari murió en septiembre del 2011, pero su legado sigue presente con el movimiento Cinturón Verde y todo lo que ella luchó por la naturaleza y las mujeres.
En la actualidad, muchas féminas y organizaciones luchan por construir un mundo donde las mujeres y el medio ambiente sean respetados. Es importante que el ambientalismo no sea solo una tarea de ellas, esto lo tienen que realizar todas las personas que habitan la Tierra. Es necesario, tener conciencia ecológica y feminista para poder lograr un avance en la protección de los ecosistemas.