La recolección de residuos reciclables en Chile es de larga data, de manera informal y silenciosa, diversas personas se encargaban de recolectar estos residuos para dar sustento económico a su familia, conocidos como “cartoneros” porque, por lo general, podías verlos sacando los cartones de la basura domiciliaria antes de que el camión recolector de basura se la llevara, sin embargo, este rubro no se limitaba solo a este material, también era común ver personas ofreciendo cambiar artefactos eléctricos o ropa en desuso por pelotas plásticas, incluso, existían los “hueseros” quienes retiraban los huesos sobrantes de las comidas. Debido a la poca visibilidad del trabajo que realizaban estas personas, es que nadie sabía muy bien qué hacían con estos materiales, hoy sabemos que estos materiales eran reciclados, es decir, estas personas conformaban los primeros modelos de gestión de residuos reciclables en Chile, retirando los materiales, trasladandolos hasta industrias, donde se desarrollaban procesos de reciclaje para generar productos con una nueva vida útil.
Con el paso del tiempo, y el interés de la sociedad chilena en temáticas medioambientales, los sistemas de gestión de residuos reciclables se hicieron cada vez más requeridos, esto dió paso al desarrollo de diversos emprendimientos dedicados a retiro y valorización de residuos reciclables, además, de diversos modelos municipales de gestión de residuos, los que debieron idear metodologías para pasar de retirar la bolsa negra con todos los residuos mezclados, a habilitar sistemas de recolección selectivas, los más comunes, fueron puntos verdes, puntos limpios y últimamente, se ha potenciado el retiro domiciliario diferenciado.
Por otra parte, el Ministerio de Medio Ambiente, también ha desarrollado políticas públicas en temas de residuos reciclables, destacando la Ley 20.920, que establece marco para la gestión de residuos, la responsabilidad extendida del productor y fomento al reciclaje, y es conocida como “Ley REP”, en esta se reconoce como “Recicladores de Base”, a los antiguamente llamados “cartoneros”, justamente debido a la importancia de la labor que realizan y a la gran experiencia y especialización en residuos que poseen, adquirida mediante el oficio, además, se reconocen como gestores de residuos, un eslabón esencial en el circuito del reciclaje.
Ley REP, es un instrumento económico, que busca fomentar el reciclaje en Chile, mediante la responsabilidad de los productores frente a la generación de residuos propios de su rubro, es decir, serán estos los encargados de organizar y financiar los modelos de gestión de los residuos que estos mismos generan. En particular, los envases y embalajes, son los mayores residuos inorgánicos reciclables que se producen en el domicilio, y por lo mismo, son los que mayoritariamente se reciclan en los modelos municipales, además, existe una industria de reciclaje para estos materiales.
Según el Sexto Reporte del Estado del Medio Ambiente, en 2019, se reciclaron el 9,2% de los residuos no peligrosos en Chile y solo el 0,9% de los residuos domiciliarios fueron enviados a algún tipo de valorización, si bien, no se indican los factores que hay detrás de estas cifras, se pueden presumir algunos; falta de desarrollo de la industria valorizadora de residuos, falta de conciencia ambiental en estas temáticas, modelos de gestión de residuos poco eficientes (con pérdidas), entre otros. Por lo anterior, la Ley REP, que comienza su implementación a finales de este año, se vislumbra como un gran impulso al reciclaje en Chile, ya que tiene altas metas de valorización de envases y embalajes domiciliarios, comparativamente con el estado actual (al año 12 de su implementación, 2034, se exige 60% para cartón para bebidas, 55% para metales, 70% para papel y cartón, 45% para plástico y 65% para vidrio), sin embargo, no hay claridad en cómo se implementará, si las metodologías que se definan para la recolección de residuos respetarán los modelos de gestión exitosos y las maneras en que generacionalmente se ha desarrollado esta labor, por lo anterior, conviene preguntarse:
¿Estará la industria del reciclaje preparada para este gran cambio? ¿Será capaz de incorporar y reconocer el trabajo formal e informal que se ha desarrollado durante años en Chile? ¿Qué pasará con las comunas pequeñas del país, que por normativa no hay obligación de incorporar al sistema? ¿Quién se hará responsable del financiamiento de la gestión de residuos en estas comunas? y sobretodo ¿Estaremos preparados como sociedad para el gran cambio y desafío que supone separar bien los residuos que no pudimos evitar generar, para que estos no lleguen a vertedero?
Recuerda que siempre es mejor no generar el residuo, que tener que buscar cómo gestionarlo, y que si no pudiste evitarlo, siempre es mejor que sea reutilizable o reciclable, además, es importante tomar acción en la manera en que decidas gestionarlos, ya que si lo realizas de mala manera, estos residuos podrían llegar a un vertedero.
Escrito por María Isabel Pérez