¿Estamos realmente protegiendo la salud planetaria o simplemente añadiendo más obstáculos al camino? El wishcycling, una tendencia creciente entre las personas, plantea serias interrogantes sobre la efectividad y la sostenibilidad del proceso de reciclaje.

La semana pasada, mientras revisaba el Instagram de la comuna de Providencia, me topé con un video de la municipalidad donde Javier, un trabajador de la planta de reciclaje, narraba una situación particularmente preocupante. Mientras separaba cartones, una jeringa se enterró en su mano, atravesando su guante de trabajo. Este incidente no es excepcional; a menudo se encuentran materiales no reciclables en el sistema domiciliario, desde orgánicos mezclados con plástico hasta dispensadores de insulina, paraguas, etc.

Esto me lleva a recordar un concepto no muy conocido en el mundo del reciclaje: el wishcycling, o el deseo de reciclar artículos que no son posibles de reciclar. Pasa que, en un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental, el acto de reciclar se ha convertido en una práctica común. Sin embargo, depositar artículos no aptos para reciclaje en los contenedores puede, justamente, generar más problemas que soluciones.

Los programas de reciclaje varían ampliamente según la jurisdicción y pueden generar confusión sobre qué artículos son realmente reciclables. Además, el wishcycling sobrecarga los camiones de reciclaje, aumentando los costos y la complejidad logística. Los materiales incorrectamente depositados requieren tiempo y esfuerzo adicional para separarlos, ralentizando el proceso y aumentando los costos de gestión de residuos.

Pero el problema va más allá de la logística y los costos. Los artículos no reciclables pueden contaminar las plantas de reciclaje y representar un peligro para los trabajadores. Esta contaminación compromete la calidad de los materiales reciclados y pone en riesgo la salud de quienes trabajan en estas instalaciones.

Paloma Valenzuela, Directora de Aseo, Ornato y Gestión Ambiental de la Municipalidad de Maipú opina al respecto: “La gestión adecuada de residuos es un desafío clave en la lucha por un medioambiente más limpio y sostenible” y agrega que “la transparencia y la educación se convierten en herramientas fundamentales para involucrar a la comunidad y promover prácticas responsables de manejo de residuos”. En cuanto a los gobiernos locales (municipios), su mirada afirma que existe la necesidad de que “hagan de esta capacidad su relato”.

Desde el municipio de Maipú, pensando en lo anterior, “se han implementado medidas concretas para gestionar los residuos de manera más eficiente y educar a la comunidad sobre la separación adecuada de residuos. Establecer políticas claras y ofrecer información detallada sobre cómo los ciudadanos pueden contribuir al proceso de reciclaje es fundamental para alcanzar el objetivo de reducir la cantidad de residuos que van a parar a los vertederos”. 

Es habitual que los municipios contraten empresas que se encargan de los aspectos operativos del reciclaje. En el caso de Maipú, lo particular es que la empresa contratada es una cooperativa (CONAREC), la que recibe material con una tasa de descarte no supera el 10%.

Desafíos

Es importante destacar que, con todo lo ya avanzado, todavía es necesaria una mayor conciencia práctica y extendida. A este respecto, Juan Cristóbal Gillmore, Global Brand Manager de Rembre, empresa parte de la red de emprendimientos de Fundación Basura nos comenta: «Creo que hoy estamos en un desafío profundo con relación a la educación en general como país. La ansiedad por aportar muchas veces nos pasa la cuenta, y que la mejor manera es partir por lo básico. Dejar de consumir en demasía, REDUCIR. Ocupar y re-manufacturar productos en nuevos activos REUTILIZAR y, por último, RECICLAR desde la consciencia en el que el producto puede ser insertado en la cadena circular».

Esto último nos trae otra premisa, “El mejor residuo es el que no se genera”, porque sabemos que es mucho más eficiente no generar un producto que tener que reciclarlo. Reciclar ya supone muchos esfuerzos y costos asociados, ¿por qué mejor aprender a consumir sin generar basura? Lleva tus envases, prefiere productos duraderos y de calidad, prefiere reutilizables, participa y sé parte de iniciativas de economía circular, reutiliza, repara. No es poco lo que debemos hacer como sociedad. Y, sin duda, las rutinas que se adoptan a nivel familiar y municipal son cruciales para ello.

Infórmate sobre qué se recibe y qué no en el sistema de reciclaje donde entregas tus residuos. Contagia y educa a tu alrededor. Solo así podremos avanzar hacia un sistema de reciclaje verdaderamente eficiente y sostenible, donde cada gesto tenga un impacto positivo real en el medioambiente y en la sociedad.

Pamela Bravo – Colaboradora de Fundación Basura.