Por Mariana Bruning González y Jorge Miranda Bernal
La crisis ambiental y ecológica que vivimos actualmente, no tiene precedentes. El aumento de la temperatura del planeta, la acidificación de los océanos, el aumento del nivel del mar y la pérdida de biodiversidad son sólo algunas de las consecuencias a las que nos ha llevado el modelo y sistema actual, que es extractivista, lineal y centrado en lo económico.
Con cada crisis, surgen oportunidades y una de las relaciones crisis/oportunidad más conocida, pero quizás menos explícita, es la relación residuos/digitalización. Hoy en día, nos hemos trasladado del mundo material al mundo digital ¿Cómo se manejaba la información antes de las nubes de información? ¿te has preguntado alguna vez qué es la “nube”? ¿dónde se guardaban las fotografías antes y dónde se guardan ahora? Previo a la llegada del internet, el uso de materiales, como el papel, era fundamental para el funcionamiento de los trabajos y los estudios. Hoy dejamos de lado el mundo material -y los residuos- por el mundo digital, pero ¿realmente estamos avanzando hacia la mejor solución socioambiental?
Diferentes estudios han evidenciado los impactos ambientales del mundo digital, el streaming y las nubes. Por ejemplo, el total de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) generadas por el uso de servicios de VoD (video on demand), tales como Netflix y Amazon Prime es más de 100M tCO2eq/año, similar al total de emisiones de Chile, que equivale a aproximadamente un 0,3% de las emisiones globales (sí, de todo el mundo) (Fuente: CLIMATE CRISIS: THE UNSUSTAINABLE USE OF ONLINE VIDEO The practical case study of online. The Shift Project. 2019.)
Sin embargo, no solo lo que hacemos en nuestro tiempo libre genera emisiones. Según CWJobs —quienes estimaron el impacto de los correos electrónicos— un trabajador/a envía y recibe 140 correos electrónicos al día en promedio, las emisiones generadas en un año por estos envíos son equivalentes a las emisiones generadas al ver 955 películas. (Fuente: Environmental impact of Email. CWJobs UK)
Si contamos los impactos de todos los Centros de Datos (o Data Center) alrededor del mundo en GEI, las emisiones se estiman en 340M tCO2eq anuales para 2020 (fuente:Data centers: How to cut carbon emissions and costs. McKinsey on Business Techonology. 2018) y se espera que aumenten en el tiempo; de hecho, el consumo eléctrico de los Centros de Datos (en el sector TI), creció de un 15% a un 21% entre 2012 y 2017 (Fuente: Who is winning the race to build a green internet?. Clicking Clean, Greenpeace. 2017. Y en un contexto más cercano, durante la pandemia, el consumo de servicios de VoD en las plataformas de los operadores pagados aumentó en un 41% en promedio entre el 01 de Febrero y el 30 de Abril (Fuente: Global pandemic causes stratospheric rise in TV consumption, Mirada. 2020).
En Chile, tenemos el caso del data center de Google en Cerrillos. Este controversial proyecto que fue aprobado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), utilizaría cerca de 160 litros de agua por segundo desde un acuífero que tiene prohibiciones de nuevas extracciones. Además, nuestro país tiene una matriz energética fuertemente cargada a las fuentes fósiles -termoeléctricas- por lo tanto, el consumo energético de aparatos electrónicos tiene detrás una huella asociada a la quema de carbón, petróleo y gas natural, emitiendo dióxido de carbono y otros GEI.
Sin embargo, existen iniciativas alrededor del mundo que buscan, en primer lugar, cuantificar y visibilizar estos impactos, para poder reducirlos. The Shift Project es una organización francesa sin fines de lucro que investiga sobre los impactos del uso de combustible fósil en el sistema energético y su relación con el cambio climático. Desde 2017, investigadores e investigadoras de este instituto han trabajado en los impactos de la tecnología digital. Asimismo, Greenpeace, reconocida organización de activismo ambiental, desde 2009 comenzó a comparar el comportamiento energético del sector de TI, desafiando a aquellas compañías que son los arquitectos y operadores mundiales más grandes de Internet (tales como Facebook, YouTube, Netflix, entre otras) a comprometerse a impulsar su rápido crecimiento con energía 100% renovable.
The Shift Project, en su sitio web (en sus informes/reportes, canal de YouTube, etc.), ha publicado, entre otros datos relevantes, que: el video en línea genera el 60% de los flujos de datos del mundo y más de 300 millones de toneladas de CO2 por año. Por otro lado, la digitalización es desigual en todo el mundo. Por ejemplo, en promedio en 2018, una persona de EEUU tiene casi 10 dispositivos digitales conectados y consume 140 GB al mes, mientras que una persona de la India tiene 1 dispositivo y consume 2 GB al mes. Por lo tanto, si nuestro consumo es desigual, entonces nuestro impacto es desigual y las medidas que se implementen para reducir esos impactos, debieran ser proporcionales.
Por su parte, Greenpeace a través de su iniciativa Click Clean, investiga para evaluar la demanda energética del internet y las alternativas energéticas de importantes empresas del rubro y las publica en su sitio web, esta información le permite a Greenpeace por un lado motivar a las empresas a sumarse al desafío de obtener energía de fuentes renovables y por otro, informar a los consumidores de servicios en línea de las fuentes de energía de sus apps favoritas e invitarlos a que demanden en ellas un cambio.
The Shift Project propone la «Sobriedad digital» como principio de acción. En el proyecto Click Clean de Greenpeace, mencionado antes, además de determinar un ranking de desempeño ambiental de distintas plataformas de video, mensajería, redes sociales y música, permite a los usuarios de internet enviar una petición a las plataformas a que minimicen sus impactos o “sean más verdes” .
El World Wildlife Fund (WWF) también tiene proyectos en pos de disminuir los impactos del mundo digital (Fuente: Quelle démarche Green IT pour les grandes entreprises françaises?. WWF, We Green IT. 2018.) En su informe de responsabilidad digital, plantean distintas formas de trabajar en el mundo informático, como TI verde y diseño responsable de productos y servicios digitales.
Pero ¿qué podemos hacer ante esta realidad? Sabemos que es difícil enterarse que todas las actividades generan huella, pero dejamos unas ideas de lo que podrías hacer para conocer y reducir tu impacto en el uso de plataformas virtuales: Puedes partir por limpiar la información que tienes en tus dispositivos, eliminando fotografías que ya no te sirvan, evitando enviar archivos innecesarios, limpiando conversaciones, eliminando correos antiguos o que son muy pesados, así puedes aumentar tu orden digital y mental y reducir tus impactos. En un mundo cambiante vendrán nuevos desafíos para la sustentabilidad, y es importante reconocerlos a tiempo y tomar acción desde ahora y no en un futuro cuando pueda volverse un problema mayor.
Si quieres averiguar más sobre tu huella y ecoequivalencias según cuántos correos te llegan, visita https://www.cwjobs.co.uk/insights/environmental-impact-of-emails/#resultContainer.
Con estas sencillas acciones puedes aumentar tu orden digital y mental y reducir tus impactos. Nos quedamos con esta hermosa frase: ¡La transformación digital será ecológica o no será!