No se si les ha pasado que llegan a un periodo en la vida donde alcanzan una pseudo estabilidad: pareja, trabajo, techo, salud… “estables”, lo que es percibido por tus cercanos y, conlleva a la típica pregunta ¿Y los hijos cuándo? por no decir otras frases más incómodas aún. A muchos se nos cruzan por la cabeza varios pensamientos como “…ya soy responsable de algunas plantas y/o animales, es suficiente, para qué más…” o un poco más catrastrofistas “…para traer a un niño o niña a este mundo con estos eventos climáticos extremos, la gran desigualdad, escasez hídrica, contaminación del aire, etc”.
Hoy, en época de crisis climática y como menciona el último informe del IPCC, “se estima que durante los próximos veinte años experimentamos un aumento de la temperatura media global de 1,5 ºC que no podrá evitarse. Esto provocará efectos en cascada de múltiples episodios extremos”. También concluye que “La sociedad es la principal responsable del calentamiento global“. Entonces, ¿por qué traer otro ser humano a este mundo?
El estudio sobre las acciones individuales más efectivas para mitigar el cambio climático de Seth Wynes y Kimberly A Nicholas (2017), que indica que para reducir los gases de efecto invernadero podemos hacer varios cambios en nuestro estilo de vida como tener una dieta basada en plantas, evitar viajar en avión, vivir sin vehículo y el más significativo: tener un hijo menos (Figura 1). Varias encuestas indican que un porcentaje importante de adultos sin hijos menciona que el cambio climático ha influido en sus decisiones reproductivas. Según los resultados de la encuesta U-Report de UNICEF, el 40% de los jóvenes reconsidera tener descendencia producto de la crisis climática. Por lo tanto no somos los únicos con estos cuestionamientos.
Entonces, ¿por qué ser madre o padre? Me lo cuestioné varias veces cuando niña (hija única) pensé eb tener dos hijos. Luego, siendo consciente del momento que vivimos, cuestioné si era necesario tener un bebé biológico pues adoptar siempre es una posibilidad. Un día llegué al testimonio de la activista anishinaabe Sarain Fox en The CBC Docs Original The Climate Baby Dilemma, que me entregó tranquilidad en la decisión de ser madre. Indica que “criar hijos, para mí, es un acto político informado por la historia, porque la elección de ser madre, de criar y proteger a mi hijo es la revolución (…) Si estás haciendo suficiente trabajo en este momento como activista, entonces no deberías tener miedo de traer niños porque sabes y crees que el trabajo que estás haciendo va a funcionar”. Por lo tanto, si estamos tomando acción por la salud planetaria ¿por qué no continuar a través de nuestra descendencia? por qué no transmitir nuestros valores e ideales esperanzados de un futuro donde podamos ser más conscientes con lo que nos rodea y continuar con nuestro legado cuando nosotros como seres prescindamos, tanto con nuestros hijos e hijas, como con nuestros sobrinos y estudiantes. Es importante sentirse cómodos con nuestras decisiones y no perder las esperanzas, en especial si estamos trabajando por buenos propósitos para todas y todos.
Además, hoy existen varias alternativas para ser cuidadores más conscientes:
Finalmente, recordarles que si quieren aportar con la Salud Planetaria siendo parte de la transformación pueden donar a Fundación Basura desde los $2.000.- y varios beneficios.
por Constanza Aburugade, colaboradora de Fundación Basura