Elaborado por investigadores Fundación Basura
– María Teresa Ferrada – Enfermera Mg en Gestión y Ordenamiento Ambiental
– Nicolás Labra Cataldo – Msc. Desarrollo Sostenible, Investigador en Economía Circular
El pasado sábado 18 de julio dos camiones de carga sufrieron un accidente de tránsito en la Ruta 5 Norte a la altura de La Serena. Uno de los vehículos que trasladaba residuos de atención clínica, volcó, provocando que los desechos quedarán esparcidos en la carretera. Si bien la autoridad sanitaria descartó que los residuos estuvieran relacionados con COVID-19, surgen algunas interrogantes respecto a los residuos provenientes de los distintos centros de salud y que han aumentado considerablemente en el contexto actual.
La demanda de los insumos asociados al diagnóstico y control del COVID-19 coinciden con la curva global de la pandemia. Esto significa un aumento en productos de plástico tales como guantes, mascarillas, respiradores y jeringas desde los centros de salud. Según un reciente estudio de la revista Science of the Total Environment, el uso generalizado de equipos de protección en todo el mundo crea interrupciones masivas en la cadena de suministro y genera problemas asociados a la gestión y eliminación de estos elementos cuando se convierten en residuos.
A nivel global, los sistemas de gestión de residuos han demostrado no dar abasto con el volúmen y los residuos plásticos generados bajo un enfoque lineal (extraer, usar, desechar) incluso antes de la pandemia. La existencia de las sopas de plástico en el Océano Pacífico y las políticas que apuntan a prohibir los plásticos de un solo uso dan a entender la escala y gravedad del problema. Existe una relación directa entre la sobredemanda de atención en los centros de salud y la la escala de la crisis del plástico que debe ser abordado, considerando que el incremento en la generación de este tipo de material desde los hospitales es estadísticamente predecible.
Los desechos médicos de los hospitales son particularmente problemáticos debido a la necesidad de destruir cualquier patógeno residual, por lo que su procesamiento está normado. En Chile, el Decreto N° 06 del año 2009, conocido como REAS (Residuos generados en establecimientos de atención de salud), establece una serie de 4 categorías: residuos peligrosos, especiales, radiactivos y asimilables a domiciliarios. En un escenario marcado por el COVID-19, destacan los residuos especiales, que son aquellos generados en la atención de salud y sospechosos de contener agentes que pudiesen producir alguna enfermedad o infección. Este tipo de residuos cuenta con protocolos estrictos de manejo enfocados en minimizar el impacto sobre la salud de las personas y el medio ambiente. Cualquier residuo sugerente de contener el virus del COVID-19 a nivel clínico, tales como insumos de atención directa de pacientes con posible o confirmado contagio y aquellos elementos de protección personal de los equipos de salud, deben manejarse bajo esta vía. En la actualidad, el manejo más frecuente para los residuos especiales es la incineración en centros especializados o dentro de las instalaciones de los hospitales. Este proceso tiene asociado emisiones de dioxinas, mercurio y otras sustancias altamente contaminantes, lo que pone en evidencia que un peak de atención en el sistema de salud genera impacto directo en el medio ambiente y las personas.
¿Qué datos existen para dimensionar este impacto? En la Provincia de Hubei, China, los reportes oficiales han dado a conocer que la generación de residuos médicos aumentó de manera brusca y en más de un 370% desde el inicio de la pandemia. En Wuhan, este tipo de desechos aumentaron del nivel normal de 40 toneladas diarias a un peak estimado de 240 toneladas por día, muy superior a la capacidad máxima de incineración de 49 toneladas diarias. En Colombia, la empresa Velopes realizó un estudio con pacientes hospitalizados durante la pandemia, en el que se identificó que la generación diaria de residuos pasó de 2,04 kg a 8,00 kg por paciente.
La situación en Chile pareciera no distar de los referentes internacionales. En un reciente Webinar titulado “Desafíos en la Gestión de Residuos Hospitalarios en tiempos de Covid», Eduardo Pinto, Gerente Comercial de la empresa Veolia encargada del transporte y procesamiento de residuos especiales, indicó que en los centros de salud las bolsas de este tipo de residuos aumentaron en peso de 5 kg a 12 kg en promedio durante el desarrollo de la pandemia. El representante agregó también que los residuos contaminados o especiales aumentaron en un 230%. Desde las instituciones del estado, aún no existe un estudio acabado que permita cuantificar el impacto a nivel nacional.Alrededor del mundo existen casos de instituciones que ya han integrado estrategias de minimización y valorización en los centros de salud. De acuerdo a “Salud Sin Daño”, el caso de la gestión de residuos en los hospitales de Filipinas destaca dentro de la escena global no solo por su efectividad, sino por los mecanismos participativos que engloban a las prácticas que se llevan a cabo. El contexto socio-económico vulnerable en el que la mayoría de los centros se encuentran agrega también un valor especial de la mano de la creatividad y el compromiso personal. Dentro de estas iniciativas, destaca la formación de un comité de gestión de residuos con acceso a perfeccionamiento, recursos y vinculación con el equipo directivo del hospital. Jornadas de caracterización comunitarias han permitido evidenciar la gran presencia de envases y embalajes reciclables, que son la base para el diseño de una gestión sostenible de residuos. En Norteamérica, el hospital de Vermont cuantificó un ahorro anual de $40.000 USD al invertir en bolsas de resucitación y circuitos de ventilación reutilizables, mientras que el centro médico de Mt. Sinai en Nueva York reportó ahorros anuales que sobrepasan la cifra de 1 millón de USD luego de aplicar un programa de segregación enfocado en enfermeras y personal médico.
En Chile, la promoción de estrategias circulares desde las organizaciones y la ciudadanía en conjunto con la “Ley de Fomento al Reciclaje” (Ley REP) ofrecen múltiples oportunidades para avanzar hacia una gestión integral y sostenible de residuos dentro de los centros de salud. Sin embargo, la actual estructura de la normativa se enfoca en productos y no en establecimientos. La ley funciona como un referente de gestión que no conlleva obligaciones específicas para el sector de la salud, por lo que una gestión circular dependerá del equipo directivo de hospitales y clínicas. En este sentido, el rol de la comunidad de la salud compuesta por funcionarios y pacientes es clave al momento de exigir y promover compromisos institucionales que puedan dar forma a proyectos reales.
Por otro lado, la gradualidad es uno de los principios que dan forma a la ley y desde el cual se espera que nuevos productos sean incluidos dentro de las metas de recolección y valorización en el futuro cercano. La experiencia nacional e internacional ha mostrado que para estos procesos es indispensable la participación de los actores en toda la cadena de consumo, por lo que la comunidad de los servicios de salud debe formar parte activa tanto en el desarrollo de modelos de gestión como en la definición de las metas. Es preciso recordar que una primera versión del proyecto de la Ley REP consideraba metas para los medicamentos, lo cual demuestra que hay espacios de interés común tanto para la gestión de residuos como para los servicios de salud. Otro marco regulatorio es la “Política Nacional de Integración de los Recicladores de Base” que establece como uno de sus objetivos “Proteger la salud de los recicladores de base de los riesgos derivados del manejo de residuos (ante riesgos sanitarios y laborales)”. Este eje abre espacio para capacitar al sector en cuanto a la identificación y gestión de residuos hospitalarios.
Desde un análisis temprano de lo que nos ha dejado el COVID-19, pareciera ser que nuestros sistemas sanitarios no están preparados para afrontar situaciones de tan alta complejidad. Sin embargo, este estado crítico al que nos hemos visto expuestos ofrece también posibilidades de aprendizaje para las cuales tenemos un imperativo ético que acoger: ¿Cómo podemos generar políticas o iniciativas transversales que nos permitan afrontar de la mejor forma otras crisis de escala masiva? Un estudio de alcance nacional que evalúe el desempeño de los sistemas de gestión de residuos durante la pandemia y cuantifique el efecto particular en los rellenos sanitarios y capacidad de las empresas gestoras es un primer paso que nos permitiría identificar los puntos críticos para avanzar en el diseño de sistemas más sostenibles y resilientes.
Las estrategias de minimización enfocadas en los plásticos de un solo uso dentro de los hospitales y apuntar a una gestión integral de residuos basados en la segregación en origen, son los elementos clave que ofrecen al sector hospitalario el potencial de disminuir la presión en toda la cadena de gestión de residuos y establecer un compromiso real con foco en la salud preventiva. Después de todo, un planeta sano ofrece una mejor salud para todos quienes lo habitan.
(1) Donoso, P. L., (2020, July8).https://www.biobiochile.cl/noticias/nacional/region-de-coquimbo/2020/07/18/camion-desechos-examenes-covid-volco-tras-colision-esparciendo-contenido-ruta-5-norte.shtml
(2) Silva, A. L., Prata, J. C., Walker, T. R., Campos, D., Duarte, A. C., Soares, A. M., . . . Rocha-Santos, T. (2020). Rethinking and optimising plastic waste management under COVID-19 pandemic: Policy solutions based on redesign and reduction of single-use plastics and personal protective equipment. Science of The Total Environment, 742, 140565. doi:10.1016/j.scitotenv.2020.140565
(3) Klemeš, J. J., Fan, Y. V., Tan, R. R., & Jiang, P. (2020). Minimising the present and future plastic waste, energy and environmental footprints related to COVID-19. Renewable and Sustainable Energy Reviews, 127, 109883. doi:10.1016/j.rser.2020.109883
(4) Gestión de los residuos hospitalarios, un camino a la sostenibilidad. (2020, Junio 24). Retrieved from https://zoom.us/rec/play/v5Z-dOirpzo3T4CSsgSDCvBxW43oKKOs1SEZ_6JYyknkBiVQNgXwMuYaY-Zm-Gle91Cy8JzyIjdohZWM?continueMode=true&tokenMeetingId=-J1HArHe7ElITtbX9lucdJERRonMX6a8gSVKrvYEy0-sNbuzT_cab1euO0qg29Sk&_x_zm_rtaid=JVZ7h4msS_SMOxK7ER3_Kw.1596488307365.f65927cbd80272078d1d8ebf126802f3&_x_zm_rhtaid=861
(5) Best Practices in Health Care Waste Management: Examples from Four Philippine Hospitals: Salud sin Daño. (n.d.). Retrieved from https://saludsindanio.org/documents/best-practices-health-care-waste-management-examples-four-philippine-hospitals
(6) LEY MARCO PARA LA GESTIÓN DE RESIDUOS Y RESPONSABILIDAD EXTENDIDA DEL PRODUCTOR. (2013, August 14). Retrieved from https://mma.gob.cl/https://mma.gob.cl/wp-content/uploads/2015/07/Proyecto-de-ley-de-residuos-10-09-2013.pdf