Según Fundación Chile, cerca del 20% del consumo eléctrico de los hogares en Chile corresponde a la refrigeración de alimentos, lo que convierte a los refrigeradores en el aparato que más consume energía. Por eso, tener un refrigerador altamente eficiente es clave en la lucha contra el cambio climático.
Por Daniel Madariaga Urrutia.
El refriclaje surgió como una campaña cuyo principal objetivo es la mitigación del cambio climático, a través del cambio de refrigeradores antiguos por unos más modernos y eficientes. La campaña es parte de la iniciativa “Acelerando la transición energética: hacia un mercado de refrigeradores y congeladores eficientes en Chile”, que es ejecutada por los ministerios de Energía y Medio Ambiente, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, y Fundación Chile en alianza con el sector privado y los principales fabricantes de refrigeradores.
Según Fundación Chile, además de promover la lucha contra la crisis climática, tienen, en paralelo, dos objetivos: “lograr que al menos el 50% de los modelos existentes en el mercado nacional sean altamente eficientes para finales del proyecto” y “sensibilizar a la ciudadanía en torno a la información que entrega la etiqueta de Eficiencia Energética para una compra informada”.
La primera etapa de la campaña se llevó a cabo entre noviembre y diciembre del 2021. En ella, se esperaba cambiar 1.000 equipos a nivel nacional, alentado a través de un descuento del 35% en las compras de los refrigeradores nuevos, y el servicio gratuito de retiro y reciclaje de los antiguos.
La segunda etapa se realizó en abril del presente año. Según la misma Fundación Chile, a esa fecha había cerca de 1 millón de refrigeradores en el país con más de 15 años de uso, y teniendo en consideración la tecnología utilizada para su fabricación, se estima que un recambio de los equipos significaría una ahorro de hasta 25%. Es más, de acuerdo a información entregada por El Mostrador, ese millón de refrigeradores con 15 años de antigüedad “consumen más del doble de energía que las tecnologías nuevas, generando además alrededor de 1.000 toneladas de CO2 equivalente al día”.
A diferencia de la primera etapa, que fue llevada a cabo en siete regiones del país. La segunda se focalizó en la Región Metropolitana, lo que de igual manera generó un alto interés de la población. En total, según cifras estimativas, gracias a la campaña se cambiaron 1.600 refrigeradores, lo que se traduce en cerca de 100 toneladas de material, de las cuales se prevé que el 75% sea ferroso, 10% plástico, 8% espumas, 6% vidrio y 1% gases refrigerantes.
El retiro de los refrigeradores fue realizado por la empresa Reciclapp, que al mismo tiempo se encargó de trasladar los equipos hacia la planta de Regener, única en el país que regenera gases refrigerantes, que es de los componentes más dañinos para el medioambiente.
En Regener se encargan de recuperar los gases refrigerantes de los refrigeradores, traspasandolo a un cilindro, para luego pasar por la máquina de regeneración, que busca que los gases alcancen la pureza de un gas virgen. Llegado a ese punto, el gas está listo para ser reutilizado, evitando la importación de un gas o la utilización de uno nuevo.
Por su parte, el resto de los componentes que se pueden sacar de un refrigerador, como, por ejemplo, los plásticos, se separan, se clasifican y se tratan, para convertirlos en maceteros, basureros u otro objeto, evitando que lleguen a algún relleno sanitario.
¿QUÉ MÁS SE PUEDE HACER CON ESE PLÁSTICO?
Tal como Regener, que se encarga de darle una nueva vida a lo que extraen de los refrigeradores, sobre todo al plástico, hay muchos emprendimientos que hacen lo mismo con residuos plásticos.
En Lup buscan acercar el reciclaje a aquellas comunidades que no tienen acceso a la cadena de reciclaje tradicional, produciendo una fibra flexible a partir de residuos plásticos. Entre los productos que ofrecen en su tienda destacan: cubre maceteros, individuales y paneras.
Otro ejemplo de trabajo con plástico reciclado es Upcycling, emprendimiento fundado en 2019, que genera productos de entretención y decohogar con plástico 100% reciclado. Además, en su página web hay un contador de kilogramos de plástico evitados en nuestros ecosistemas.
Más allá de la concientización que se busca generar con esta campaña, el principal objetivo es evitar seguir dañando el medioambiente, ya que, según Maya Hirsch, jefa de proyectos de Fundación Chile, los gases de un solo refrigerador antiguo, que en la actualidad están prohibidos, podrían causar el mismo daño a la atmósfera que un vehículo viajando dos veces ida y vuelta de Arica a Punta Arenas.
Y si bien actualmente no hay alguna marca de electrodomésticos que se encuentre dando descuentos para renovar los refrigeradores, debido a que la campaña ya no se está realizando, es importante tener en cuenta que tener un equipo moderno y en buenas condiciones puede ser de gran ayuda para el planeta y, a la larga, para nuestros bolsillos.