Un grupo transversal de candidatas a la Convención Constituyente se subieron al plinto del monumento público a Diego de Almagro, en el parque de igual nombre en el centro de Santiago para reivindicar el papel de la Mujer en la historia del país, en el contexto de una nueva conmemoración del 8 de Marzo.
Bajo el nombre de “todas somos monumento” las representantes de distintos espacios políticos, de agrupaciones feministas, de pueblos indigenas, ambientalistas, entre otras, se subieron a la base del monumento y posaron como una de las estatuas que conmemoran a personajes o hechos históricos en la ciudad y de paso representaron a chilenas notables invisibilizadas.
Convocadas por la Fundación Basura y el colectivo Monumentos Incómodos, la acción tuvo como telón de fondo el estudio dado a conocer en la víspera por el Consejo de Monumentos Nacionales que reveló que sólo el 4,7% de los monumentos públicos están dedicados a las mujeres.
“Sentí una profunda emoción a la vez de una gran responsabilidad, que es contribuir a la toma de conciencia sobre los derechos de las mujeres y nuestra diversidad natural. En mi caso, como mujer ciega, fue un desafío el “trepar” al pedestal, sabiendo que se colocará en la foto el nombre de dos heroínas anónimas: Carmen Forcano y Yolanda Bustos, mujeres sordas que hoy tienen 101 años cada una y que fueron precursoras del movimiento asociativo de personas sordas, la alfabetización y escolarización de los educandos con sordera”, dijo Maria Soledad Cisternas.
Por su parte Francisca Fernandez Droguett abordó a enorme disparidad de homenajes en el espacio público.
“La monumentalización responde históricamente a la perpetuación de los privilegios y de visibilización de los poderosos, los hombres, imponiendo idearios monoculturales y silenciando otras memorias de resistencia, por ello es tan importante des y remonumentalizar”, señaló. Mientras a su turno Macarena Guajardo de Fundación Basura apunta que “la naturaleza nos permite comprender que es lo que somos, de dónde venimos y dónde deberíamos ir. Es el más grande los patrimonios y deberíamos ocuparnos día a día de su preservación, pues no nos permite únicamente recordar el pasado, sino también contemplar y preservar el futuro”. A nombre de los organizadores de la actividad se resaltó el significado de este tipo de acciones.
“El arte es una herramienta muy potente para conectarnos con las personas y comenzar a dialogar para encontrar posibles soluciones. Necesitamos un cambio profundo a nivel cultural y por eso este tipo de intervenciones son potentes. Por ejemplo, pudiese existir un plinto vacío, en que cada uno se sintiera invitado a formar parte” comenta Barbara Oettinger, fotógrafa de la iniciativa y del equipo de Monumentos Incómodos